Cuentos de Ayer, Hambre pa Mañana (12)

Tras esta larga pausa (por la cual me disculpo) vuelvo a presentaros un nuevo "Cuentos de Ayer..."
Esta semana tenemos:

"Never Say Seven Again"

("Los Siete Cabritillos")

PRIMERA PARTE.

La mañana se presentaba tan aburrida como las cuatro anteriores de aquella semana. La chimpancé sentada tras el diminuto escritorio tecleaba su décimo informe en la destartalada máquina de escribir.
Entonces, cuando las esperanzas de que ocurriese algo que rompiera la monotonía eran casi nulas, apareció él. Caminando hacia su escritorio con paso decidido y zapatos nuevos.
Ella sabía lo que las mujeres decían sobre él, tanto positiva como negativamente. Por desgracia, lo segundo superaba a lo primero con creces.

- Buenos días, Moni Penny.- Dijo el hombre con una gran sonrisa.- Estas radiante esta maña...

- El jefe quiere verte.- Le cortó Moni Penny sin dejar de mirar el escrito que estaba realizando.- Más vale que te des prisa.



El lobo entró en el gran despacho decorado con multitud de plantas exóticas. Al fondo del mismo, frente a una inmensa cristalera que ocupada toda la pared, se encontraba un inmenso y sobrecargado escritorio y, detrás de este, una enorme morsa le observaba fijamente...

- ¿Qué está mirando, 070?

- Nada, señor.- Contestó este, y se sentó en en la silla frente al escritorio.

- He recibido el informe de su última misión. Al parecer, tuvo éxito derrocando a Mushraam, el Califa que tenía planeado alzarse contra los Reinos Unidos. Buen Trabajo, 070.

- Solo cumplo con mi trabajo, señor.- Contestó el agente, complacido.- No hubiese permitido marcharme de allí dejando algún cabo suelto.

- ¿Y era necesario que se acostara con todo su harén?- Comentó el jefe, con tono de reproche.

- Como le he dicho, señor, no me gusta dejar cabos sueltos.- Respondió este.

- De todos modos -Dijo el jefe- No le he llamado para eso, 070...

- ¿De verdad es necesario pronunciar el primer cero? No creo que sea la manera correcta de...

- ...La razón por la que le he llamado.-Continuó el jefe, haciendo caso omiso a 070- Es porque nuestras fuentes nos han informado de que el grupo terrorista conocidos como "Los Siete Cabritillos" ha sido visto recientemente en la República de Sweetland, de donde fueron expulsados años atrás por destrucción de la vía pública.

- ¿Sweetland? ¿No es aquella en la que todo, incluso sus habitantes, está hechos con , chocolate y demás cosas dulces? Pensaba que no nos llevábamos muy bien con ellos.

- Y así es.- Afirmó el jefe- Aún insisten en no revelarnos el secreto de ese pastel de chocolate con galletas...

- Malditos Bastardos...- Maldijo el agente.

- Sí... De todas formas.- Dijo la morsa, intentando volver a encauzar la conversación.- Las relaciones con Sweetand nunca han pasado de una sana enemistad. Y aquí es donde todo se complica:

"Sabemos que los Siete Cabritillos se han instalado en un gran almacén abandonado, una antigua fábrica de chocolatinas situada en los límites con Sweetland. También sabemos que los Cabritillos están llevando a cabo la construcción de una lupa de enormes proporciones con la que pretenden reflejar los rayos solares y concentrarlos sobre Sweetland, lo que conllevaría la inminente destrucción de la república así como de todos sus habitantes."

- Al parecer- Dijo 070 tras escuchar la historia- Están planeando contra Sweetland una DULCE venganza...

El jefe permaneció en silencio, mirando a su interlocutor, sin pestañear.

- Ya sabe, "dulce", por eso de Sweetland...- Explicó 070.

-Ya me había dado cuenta. ¿Es necesario que haga un comentario irónico o un juego de palabras cada cinco minutos? Me pone de los nervios.

- Intentaré corregirlo, señor.- Contestó el agente, cabizbajo.

- Su misión, 070,- Dijo el jefe.- será detener por los medios que encuentre oportunos, la aniquilación de Sweetland y la detención o eliminación de Los Siete Cabritillos. Para ello, se infiltrará en una fiesta de meteorólogos en Nearestown, una ciudad próxima a los límites con Sweetland. John Stream, el más joven de los siete terroristas hermanos, irá a la fiesta con el objetivo de contratar al mejor meteorólogo que conozca allí para que le indique el día soleado perfecto para llevar a cabo el plan.

- Este asunto está cada vez mas candente.- Añadió 070.

- Por suerte para usted- Atajó el jefe- el meteorólogo sufrirá un terrible imprevisto que le impedirá acudir a la fiesta. Ahí es donde entra usted, 070.- Dijo sacando un portafolios de un cajón del escritorio.- Aquí dentro encontrará la invitación de la fiesta, un pasaporte y documento de identificación falsos que utilizará para hacerse pasar por meteorólogo y entrar en la fiesta. Una vez allí, se ganará la confianza de Stream, le convencerá para que le lleve al almacén y así desmontar su diabólica operación.- Luego le volvió a mirar fijamente.- ¿Alguna pregunta?

- Sólo una- Dijo el agente secreto levantando con una mano la invitación y enseñándosela a su jefe.- ¿Qué es esto de "Smoking obligatorio"?




El lobo se sentía cómodo en aquella fiesta. Desués de haber sufrido un divorcio forzado con una bruja de caperuza roja y de haber vagado por el Mundo de los Cuentos buscando su cometido en la vida (devorando de vez en cuando a agún incauto pastorcillo), el haber entrado en el servicio de inteligencia de los Reinos Unidos era lo mejor que le había pasado en la vida. Trabajaba para mantener a la población mundial a salvo de megalómanos hambrientos de poder, y había descubierto que era realmente bueno en ello. Además, el smoking le quedaba genial.

Con una naturalidad que sólo el duro entrenamiento y el trabajo duro pueden conseguir, el agente secreto observó detenidamente lo que acontecía en la fiesta. Había buena comida, mujeres hermosas, botellas de vino disparatadamente caras, música de ambiente, mujeres aún más hermosas... Pero todo aquello se encontraba en un segundo plano ya que estaba cumpliendo una misión, y no debía perder de vista a su objetivo ni un segundo.

Stream se encontraba en la barra del bar pidiendo lo que quiera que beban los cabritos, por lo que el agente 070 decidió aprovechas dicha oportunidad para entablar conversación con el terrorista:

- ¡He dicho que quiero un vaso de agua estancada!- Exigió el cabrito al camarero.

- Pero, señor...- Le espetó este- Esta es una fiesta refinada...

- ¡Me da igual lo que sea, si te digo que me pongas agua estancada, lo haces y punto!- Exclamó el terrorista.

- Sírvele el agua al caballero, chico, y páseme a mi la cuenta.- Dijo 070 colocándose en la barra, junto a Stream.

- Vaya, al menos hay alguien con clase en esta fiesta.- Dijo Stream complacido por haber conseguido que le trajesen su atípica bebida.- Creo que no nos han presentado como es debido, señor...

- Wolf.- Dijo el agente.- James Wolf.

- Encantado, señor Wolf.- Dijo el cabrito, y le dió un sorbo a su bebida. Luego le echó otro vistazo a su trajeado amigo.- No tiene usted mucha pinta de meteorólogo, ¿sabe?

- Eso es porque estoy muy por encima que estos perdedores, créame.- Respondió Wolf.

- Así que también es meteorólogo, ¿eh?

- Sino lo fuese, ¿Por qué iba a estar aquí?- dijo Wolf, sonriendo aireadamente.- Soy el mejor meteorólogo de esta fiesta, eso se lo aseguro. No muchos pueden presumir de haber estudiado en las remotas y practicamente desconocidas tierras de Loonwick.

- ¿Dónde?- preguntó Stream.

- Exacto.- Contestó Wolf.

Stream observó en silencio a James Wolf durante un instante.

- ¿Por casualidad está...buscando trabajo?- Inquirió al fin.

- Siempre estoy abierto a propuestas interesantes.- Respondió el agente secreto.

- En ese caso, tómese una última copa de lo que quiera. Yo invito.- Añadió Stream, quien se encontraba sonriendo misteriosamente.- Después reúnase conmigo en la entrada. Va a participar en un proyecto que hará historia.

Una vez que Stream se hubo marchado, James Wolf se volvió hacia el camarero y le dijo:

- Chico, un Martini con Vodka.

- ¿Mezclado o agitado?- Preguntó el camarero.

Wolf se lo pensó seriamente unos segundos.

- Sí.- Dijo al fin, con solemnidad.- Pero date prisa, tengo asuntos que atender.

Continuará...